
Bricolaje: Cómo reparar un señuelo blando roto y ahorrar dinero
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Introducción
Todos hemos pasado por eso. Ese momento descorazonador cuando un pargo hambriento destroza tu señuelo blando favorito. La mayoría de las veces, terminamos tirando los restos a la basura (o peor aún, de vuelta al océano, ¡vaya!). Pero ¿y si te dijera que hay una mejor manera? Con unos sencillos trucos, puedes revivir esos señuelos blandos rotos y ahorrarte un buen dinero.
Método 1: La solución de superpegamento
Este método es perfecto para esas roturas limpias donde el señuelo blando se ha dividido en dos. Necesitarás lo siguiente:
Herramientas:
- Superpegamento
- Algodón de cebo
Instrucciones:
- Coloque los trozos de cebo blando roto uno al lado del otro, asegurándose de que estén alineados correctamente.
- Enrolle firmemente el cuerpo y la cola con un nudo flexible. Esto ayudará a mantener las piezas en su lugar y a fortalecer la unión.
- Una vez que estés satisfecho con el nudo, aplica una cantidad generosa de superpegamento por encima. Esto reforzará el nudo y creará un sellado duradero.
Se arregló el señuelo blando Fish Arrow y volvió a funcionar.
Método 2: El conector óseo de Valleyhill
Esta práctica herramienta se diseñó originalmente para convertir cebos de palo en cebos de natación, pero también es un salvavidas para reparar esas maravillas sin cola. Así funciona:
Herramientas:
Instrucciones:
- Si tu cebo blando ha sido completamente decapitado, quizás tengas que recortar un extremo para crear una nueva forma de cola. Usa las tijeras para dar forma con cuidado al extremo del cuerpo.
- Conecte las dos partes del cebo blando con el conector de unión ósea Valleyhill. Siga las instrucciones del conector para asegurar un ajuste firme.
Cebo blando conectado con el conector (foto de la página oficial del producto de Valleyhill)
¡Y ahí lo tienes! Dos maneras fáciles de darle una segunda oportunidad a tus señuelos blandos. No solo ahorrarás dinero, sino que también contribuirás al medio ambiente reduciendo los residuos. Así que la próxima vez que tu señuelo favorito sufra algún daño, no desesperes: ¡toma tus herramientas y ponte manos a la obra!